En forma de abrazo fraterno, a la Decana Liga Oriental…
UN SALUDO CENTENARIO
En 1909 unos cuantos visionarios concretaron la fundación de la Liga de Fútbol. Tiempos donde Colombia reconocía a Panamá o donde Francia rechazaba la abolición de la pena de muerte.
Mercedes Rovers se consagraba campeón, continuando con la senda de nombres ingleses, como en tantas competiciones futboleras. Precisamente, era año de fundación de Everton de Viña del Mar, el mismo año que Alumni arrasaba en Argentina para convertirse en pionera leyenda del fútbol albiceleste.
Los fundadores de la decana Liga oriental seguramente no se imaginarían de la trascendencia de lo que estaban haciendo, del impacto social permanente a través de un siglo. Era en abril del 09, y comenzaban a darle forma y color a una estructura hoy centenaria. Fue el año en donde en Inglaterra se proyectaba el primer filme a color y en donde Peary, ajeno a todo y encerrado en su obsesión, llegaba al Polo Norte, primera vez para un humano.
Cien años, cien campeones, cien vueltas olímpicas, cien festejos. El mismo año en que nacían Helder Cámara o Juan Carlos Onetti, Elia Kazán o Ciro Alegría. Eran tiempos en donde España comenzaba con su tradición de comer doce uvas en las campanadas de Fin de Año, el mismo año de la Semana Trágica de Barcelona y aquel donde el mercedario Posse fundó en Argentina la ciudad de Mariano Acosta.
La Decana Liga Oriental comenzaba a dar sus primeros pasos y en Italia el Giro sus primeras pedaleadas. El año que daba muerte a Albéniz y a Jerónimo, el jefe apache. El año que le otorgó el Premio Nóbel de Física a Marconi, el padre de la radio y comunicaciones telegráficas.
Jamás la Decana Liga Oriental faltó a su cita. Todos los años generó un campeón, generó fútbol, diversión, formación, espectáculo, comentarios, pasiones. No hubo guerras que la pararon, no hubo conflictos que le impidieran seguir con su noble propósito. Siempre fútbol.
La Decana Liga Oriental comparte cumpleaños con el Borussia Dortmund, Bologna de Italia o Real Sociedad de San Sebastián. Inundó de colores todos los espacios, llenó de fútbol todos los barrios y decoró la ciudad con líneas blancas de áreas y círculos centrales. Dibujó un mapa rodeado de campos futboleros. Y nunca faltó a su cita y su compromiso del saludable deporte. Desde aquel 24 de abril en blanco y negro, siendo única durante un siglo, una sola estructura firme y continua.
Cien años de magnífico porte, transitando altiva una centuria de gloria, guiando espíritus nobles y paseando orgullosa por un sin fin de campos deportivos el nombre de una tierra, de una patria chica sorianense que también corre como siempre, pionera y rebelde, por las venas de la Decana Liga Oriental.