Uruguay crea una Comisión de Inmigración en 1855. La primera Ley de Inmigración en 1890 donde se consideraba inmigrante a “todo extranjero honesto y apto para el trabajo, que se traslade a la República en buque de vapor o de vela, con pasaje de segunda o tercera clase y con ánimo de fijar en ella su residencia”. Así de simple.
Es más... había facilidades para el tránsito, la radicación y la manutención inicial de los migrantes, el alojamiento en un hotel establecido, exención de impuestos sobre pertenencias o instrumentos de trabajo, todas ayudas a cargo del Estado y en casos el pago del traslado.
Hacia 1890 se calcula que la mitad de la población de Montevideo eran migrantes de procedencia europea. Porque la Ley de Inmigración era "europeísta".
Los migrantes fueron precursores de las mutualistas médicas, del trabajo asociativo, de la solidaridad y el "socorro mutuo", de transmitirnos su cultura y su deporte, de participar en la política del país. Uruguay fue un país próspero y de leyes sociales de avanzada gracias, entre otros, a su histórico presidente José Pablo Torcuato Batlle y Ordóñez... nieto de migrantes. Y atrajo hacia su partido a los inmigrantes.
Los Consulados tramitaban la migración y desde la partida el migrante sabía que podía ingresar a su nuevo destino.
El Cónsul de Uruguay en Mallorca enviaba migrantes con trabajo seguro.
José Artigas incluyó un inmigrante mallorquín en su Reforma Agraria de 1815, se llamaba Tomás Sastre, le dio tierra para trabajarla.
En la escuela nos enseñaron la hermosa historia indígena del país. ¿Cuántos de ellos quedan? ¿De dónde venimos nosotros entonces?
El mate inmigró en Uruguay, el candombe también, la murga, el fútbol, las llamadas, el básquet, el asado...
Le dimos forma, cultura e identidad a un gran país armonizando lo inmigrante con la rebeldía natural del indio fiel.
Hay cientos de miles de uruguayos migrantes en el mundo, estamos aprendiendo a emigrar desde el "reciente" exilio político y luego el económico. Pero de recibir inmigrantes en Uruguay sabemos desde 1516 con el grumete andaluz Francisco del Puerto, el primero en tener hijos mestizos.
Somos migrantes, descendientes de migrantes y si ahora somos receptores de nuevos migrantes el desafío es que el país mejore junto a ellos, que nos han dado tanto. ¿O acaso el problema es que los nuevos migrantes son hermanos latinoamericanos y no europeos?
¿Sabés lo que siento yo en Mallorca escuchar a los radicales decir "primero nosotros"?
¿Sabés lo que se siente ser migrante? ¿Todo lo que ello conlleva?
Empatía es una palabra de moda. Úsala para poder meterte en la historia personal de cada persona migrante.
Ninguna familia escapa a la migración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario