La historia de Villa Santo Domingo Soriano es patrimonio de sus pobladores y de la tradición oral recibida generación tras generación. Ello está apoyado por vasta documentación que la acredita como la población más antigua de Uruguay, nacida y siempre viviente en territorio del hoy departamento de Soriano.
El proceso fundacional comienza en 1624, donde un grupo humano natural del país, catequizado y coherente en el hacer y pensar, comienza su tarea comunitaria que desembocará en lo que hoy es nuestra tradición.
La población siempre estuvo ubicada en territorio de la hoy República Oriental del Uruguay. Así lo prueban documentos y cédulas reales de 1658, 1660, 1667, 1668, 1681, 1682, 1686, 1690, 1702, 1707, 1708 y principalmente una cédula real de 1703.
Diferentes nombres, traslados y refundaciones desde 1624, así lo demuestra la cartografía que incluye reducciones en 1632 con el símbolo correspondiente (mapa del P. Luis Ernot), símbolos franciscanos en 1647 (mapa de la Cía. de Jesús). Así figuran los nombres de Visitation, Assomption y San Salvador, como predecesoras del nombre definitivo. Participación de franciscanos en su origen y luego dominicos que dieron nombre definitivo a la población.
Un mapa de 1710 la nombra “Assomption de Uraguay”. La cartografía de la época tenía sus lógicos problemas. Lugares que en aquellas épocas eran ignotos y correspondencias que demoraban largos meses entre los continentes podían llevar a equivocaciones naturales que podían compartir algunos cartógrafos y copias. Como ejemplo, en un mapa de 1733 continúa nombrándose “La Visitation” a quien debía ser Santo Domingo Soriano. Y aún en 1750 otro mapa la nombra “Santo Domingo ou San Salvador”. Estos simples detalles dan la idea de lo que tanto hay que investigar y releer para concretar resultados.
La tradición oral es determinante además para certificar la vida de un pueblo. Así lo han demostrado a lo largo de toda la historia los naturales pobladores de Santo Domingo Soriano, respetando el legado de sus antepasados. Un mapa de 1876 pone en el pueblo un 1624 a su costado.
Veamos algunas referencias, según años:
Ya en 1527 hay presencia poblacional europea en el territorio de Soriano. Se funda San Lázaro que dura 5 meses y el fortín de San Salvador que dura 32 meses. En 1574 se re funda San Salvador de Zárate y dura tres años.
En 1607 comienza la amistad entre los indios y Hernandarias y en 1608 se inicia la conquista espiritual con Órdenes Franciscanas y Jesuitas. En 1610 entregan a Hernandarias las islas del delta del río Negro (Vizcaíno y Lobos) y en 1611 se introduce ganado en isla Vizcaíno por primera vez.
En 1611 los padres hacían “misión” en la zona y entre 1612-15 se catequizan indios charrúas y de otras naciones. En 1615-16 se funda Santiago del Baradero en Argentina con indios chanáes de la isla Vizcaíno y otros.
En 1617 Hernandarias introduce ganado nuevamente en Vizcaíno y en 1619 se nombra protector de naturales al Cap. Salvador Barbosa de Aguilar.
No existen actas del Cabildo de Buenos Aires entre los años 1622 a 1630, actas que hubiesen resultados más clarificadoras del tema.
La presencia de Hernandarias en la zona y su amistad con los indios para poblarla de ganadería hacen pensar en algo lógico y no es otro que instalar más tarde allí una reducción. Documentado está que los indios vivían en las islas del delta del río Negro ya en 1531, por ejemplo. Además conocían la religión desde varios años anteriores a 1624 y que el propio Hernandarias alentaba la fundación de reducciones.
En 1635 Hernando de Sallas y Pedro de Paiva informan sobre una reducción en el río Negro en 1624 y en 1635 el Gob. Pedro Estevan Dávila informa sobre la primera población del Uruguay.
Un documento nombra “solamente el pequeño poblado de Santo Domingo Soriano en la embocadura del río Negro” y da la referencia del año 1640 como de su ya existencia.
En 1651 indios chanáes huyen de Baradero y vuelven a las islas Vizcaíno y Lobos. En 1658 se documenta que en las inmediaciones del río Negro, “únicas gentes que están en correspondencia con las de Buenos Aires”.
En 1660 llegan 20 familias guaraníes a la isla Vizcaíno y en 1661, guiados por los chanáes, los guaraníes tienen correspondencia con autoridades gubernamentales y eclesiásticas.
En 1662 primera vez en documento real la “advocación de Santo Domingo Soriano”. Ese mismo año en Cédula Real el Rey encarga buen tratamiento y conservar la reducción Santo Domingo Soriano.
En 1663 charrúas y chanáes huyen por diferencias con guaraníes, perdiéndose más de “500 almas reducidas a muchos años desta parte por culpa del dicho doctrinero Rivas Gavilán”. Es entonces que en 1664 juntan nuevamente a charrúas y chanáes y los reducen nuevamente. Ya figura el P. Antonio Juárez de la orden dominicana. En documento de 1664 “30 indios tributarios en S.D.S. en la confluencia del Uruguay y Negro, la atendian ahora los dominicos”. Por lo que es posible pensar que el nombre actual queda confirmado a partir de ese año.
En 1666 Juan de Brito y Alderete es corregidor de Santo Domingo Soriano. Ya por entonces figura Martínez Salazar. En 1670 el teniente Hernando Monzón es nuevo corregidor, Alvaro Requejo doctrinero dominico. Y en 1674 Salazar reafirma la fundación nueva de Santo Domingo Soriano en 1664.
En 1674 según documento: “maderas y cañas perteneziente al hospital real que está en la otra banda de este rio. Piden al Gob. Andrés de Robles trayga dicha madera en el varco de S.M. que va y viene a la otra banda de Santo Domingo Soriano”. Aquí se confirma la labor de envío de maderas y cañas desde la zona de la reducción hacia Buenos Aires, confirmándose la ubicación de la misma. Más: en 1674 según documento: “también es medio de grande ahorro el carbón que se manda hazer en la reducción de Santo Domingo Soriano, de la otra banda de este rio”. El término Banda se usó siempre para determinar al actual Uruguay y la otra Banda siempre fue el actual territorio uruguayo, hasta la tradición oral lo certifica.
Para confirmarlo más: en 1678 según documento: “el Obispo Azcona al Rey Don Carlos II, Santo Domingo Soriano en la confluencia del Río Negro con el Uruguay”. En 1680 “una aldea de indios mansos en una parte del río Negro, que serán 40 leguas de Buenos Aires, que allí están y tratan con nosotros” da la ubicación igual que en documentos análogos de 1658 y 1660. En 1681 en juicio contra el Gob. Andrés de Robles, en folios 5 y 6 un antecedente de refundación “como nuevamente reducidos a nuestra santa fé católica”.
En documento de 1682 “que se recogieran las caballadas que estaban en una isla de la Red. de S.D.Soriano. Entre 1683-1687 por primera vez en reducción S.D.Soriano el cap. Pedro Millán.
El traslado de la reducción de la isla Yaguarí a la isla de los Caballos (Vizcaíno) se realiza entre 1683-1685.
En 1686 se produce un ataque sangriento de indios pampas a la aldea-reducción en la isla Vizcaíno. En 1690, siempre según documentos, los dominicos enseñaban a los indios situados en la ribera del río Negro.
En 1701 invasión a Santo Domingo por portugueses, charrúas, yaros y otras naciones. Impedida por el valor de los indios de la reducción S.D.Soriano.
En 1702 se levanta el reducto fortificado en la isla Vizcaíno por el Ing. militar José Bermúdez. Ese mismo año se reclama por parte del Gobernador de la Colonia destruir el fuerte en la aldea S.D.Soriano. En 1703 es asaltada la guardia de Soriano con un alférez y diez soldados degollados. En 1703 un informe de Francisco Ribeiro sobre proyecto para hacer efectivo el dominio portugués describe la “reducción vieja” de Soriano en el río Negro. En 1703 carta del Rey declarando recuperar Colonia y da noticias del hecho sangriento en la aldea chaná, del fuerte ubicado en la isla Vizcaíno. En 1703 fragmento de carta portuguesa donde ubica Soriano bajo el río Negro.
En 1707 el cabildo de Santo Domingo Soriano solicita traslado a tierra firme. Especifica que su reducción fue fundada mucho antes de 1647.
En 1708 declaraciones del Cap. Pedro Millán sobre S.D.Soriano y Yaguarí Mini son totalmente aclaratorias sobre la reducción, resultando un documento fundamental. En 1726 Millán hace mención de la antigua población de Soriano en su ubicación y del camino de los faeneros tan antiguo que pasa por la cuchilla S.D.Soriano. En el documento de 1708 el Cap. Pedro Millán responde como testigo en un juicio de residencia efectuado por el Padre Roque Pérez de la reducción de Santo Domingo Soriano, por cobro de estipendio contra el Gobernador Don Alonso de Valdés e Inclan, ante el juez del juicio y Gobernador Don Francisco Antonio Mar de Salas, que en nombre y con poder presentado preguntó al testigo Pedro Millán en su cuarta y quinta pregunta “si sabe que cuando dicha reducción estaba situada en el Paraje nombrado de Yaguarí Miní no tenían estipendio alguno los dichos curas de aquel pueblo, si sólo las ganancias de su inteligencia en el trajín que se permitía de allí al Puerto de las Conchas” (el envío de madera y cañas en los barcos de S.M.). “Si sabe que habiéndose mudado dicha reducción a la Isla de los Caballos donde hoy está y prohibiéndose este trajín por el puerto de las Conchas”. Muy clara es la respuesta de Millán, sabe que después de pasada la reducción de la isla, adonde hoy está. Además informa en este documento que Yaguarí Miní es una isla. La isla de los Caballos es la hoy Vizcaíno. Isla de los Caballos toma este nombre porque allí estaban los caballos del Rey, según información sobre la vaquería de las Misiones, Padre Salvador de Rojas de la Cía. de Jesús en 1706. Estas declaraciones en el juicio certifican que la reducción estaba en una zona donde podían llegar los barcos de Su Majestad. Y ello es posible en territorio del hoy Uruguay, en la zona de las islas de la desembocadura del río Negro. “Reafirma como documento muy real la traslación en 1707 y sus más de sesenta años de la existencia de Santo Domingo en las islas del río Negro”, da crédito a la tradición oral y a la historia documentada, reafirmando 1624. Este documento es clave para confirmar la historia de Santo Domingo Soriano.
En 1746 actas del Cabildo de Buenos Aires donde informan que desde los principios de la fundación de Buenos Aires los indios del lugar llevan carbón, leña, maderas, cañas.
En resumen, el proceso fundacional de Santo Domingo Soriano comienza en 1624 en isla Vizcaíno, trasladándose en 1664 a la isla Yaguarí Miní, luego en 1684/85 a su lugar inicial, vuelta a mudar en 1718 ahora a tierra firme, donde fue visitado por el Obispo Fray Pedro Fajardo y desde 1736 en su lugar actual. Todo este proceso de fundación y traslados se dio siempre en las islas de la desembocadura del río Negro y en tierra firme, territorios todos pertenecientes a la hoy República O. del Uruguay y más específicamente al actual departamento de Soriano. Son los únicos traslados documentados. Se necesitaba la autorización para trasladar a un pueblo y eso demoraba muchos meses y efectuar el traslado años.
Santo Domingo Soriano nace a partir de 1624, pocos años después que Hernandarias introdujera el ganado en el hoy Uruguay, en las islas de la desembocadura del río Negro. Es lógico pensar que en esa zona se pensase en la reducción de los indios, lugar además conocido para abastecer a Buenos Aires de maderas, carbón, cañas, trabajos realizados por los indios desde la propia fundación de la capital argentina.
Es lógico pensar que el desarrollo de esta población se realizó siempre en esta zona, pues es la costa del río Uruguay que no es anegadiza ni de densa vegetación y que es una zona navegable y abastecedora de materia prima. Los mapas náuticos indican con claridad la profundidad del río Uruguay a ambas costas, como para certificar que los barcos de Su Majestad sólo podrían llegar a costas de la actual República O. del Uruguay para abastecer a Buenos Aires. Tampoco es casualidad que hubiera anteriormente a S.D.Soriano otros intentos de fundaciones previas en tierras del hoy departamento de Soriano.
Volvamos a los orígenes. En 1625 uno de los testigos de la fundación de dos reducciones en tierras de charrúas y chanáes “de la otra banda deste gran rio de la Plata” “ que agora nuevamente hizo (P.Vergara) las pusso por nombres a la una Sant Francisco de Olivares y a la otra Sant Antonio de los Chanáes que están en la puerta del Ruay”. El testigo es Bernardo de León, en Francisco de Céspedes, de Enrique Peña.
Cuando Céspedes llega al río de la Plata en 1624 parecía inminente un ataque holandés. Llama a indios charrúas y chanáes “el Gobernador les embió a llamar con palabras que los haría buen tratamiento y agasajó y vinieron con sus casiques y se poblaron con sus casas a la redonda del fuerte y cassas rreales por órden del dicho Gobernador y de sus capitanes ayudaron a la fortificación del dicho fuerte y hizieron las trincheras y fossos y lo demás que les ordenó y el dicho Gobernador les acudio y dio el sustento necesario plata y otras cossas que ellos apetecen y los fue manejando acariciando y agasajando con blandura de forma que vinieron a estar muy suaves” “les pidió el dicho Gobernador a que se rreduxesen a Pueblos en sus tierras y que se baptizacen, dándoles a entender por sus yntérpretes lo bien que les estava y los yndios vinieron en hazerlo y para ello enbio el dicho Gobernador dos hombres lenguaraces a sus tierras para comunicar con ellos y con los que allí estavan lo que el dicho Gobernador havía tratado con ellos” “y que de vuelta de viaje havian traido muy buenas nuevas que los havian allado manssos y tratables y que havian pedido les pusiesen cruzes y les enviasen sacerdotes para que les asistiesen y enseñasen la ley de los xptianos y que estavan muy en ello y el dicho Gobernador llamó a su Paternidad en cassa del Señor Don Fray Pedro de Carranza, Obispo de este Obispado y otros religiosos de otras hordenes perlados para dar quenta de su yntento y que les ayudasen, en tan santa empressa y le disen sacerdotes para dos rreduziones que queria hazer en las tierras de los dichos yndios que estan como veyte y cinco o treinta leguas desta ciudad de la Trinidad en la otra vanda del rio y save que los dichos Perlados se escusaron de darlos por dezir no los tenian a propósito y que sin licencia de sus Perlados no les darían y save que viendo esto el dicho Padre Fray Juan de Vergara usando de la comission del dicho Padre Provincial rrefferida se ofreció a yr por su persona a esta empressa”.
Sigue la documentación: “una vez llegado a la Banda Oriental del rio y proximo a las riberas del Uruguay fundaron dos reducciones. Distaba entre ellas 6 leguas…” “las dos rreduziones que agora nuevamente hizo las pusso por nombres a la una Sant Francisco de Olivares y a la otra Sant Antonio de los Chanáes que estan a la puerta del ruay”. Testigo Bernardo de León informando al Gobernador don Francisco de Céspedes de los servicios hechos por Fray Juan de Vergara, 25 de agosto de 1625. Es así que San Francisco de Olivares podría haber sido el nombre original, confirmando el mapa de Luis Ernot de 1632 el símbolo de reducción franciscana. Vivió Ernot 42 años en esta región lo que supone conocimiento de la zona. De ser así cobran protagonismo los nombres de Fray Pedro Gutiérrez (Padre), Hernando de Sayas (como Corregidor y Administrador), con nombramiento del Gobernador Francisco de Céspedes. Símbolo franciscano en las islas de la desembocadura del río Negro asociadas a las palabras de Pedro Gutiérrez en 1625 como testigo: “dos reduziones nuevamente hechas…” y las de Salvador Barbosa de Aguilar “como si estuviesen fundadas de más tiempo…”.
Más documentos de esos años certifican los intentos de formar reducciones en la zona del hoy departamento de Soriano. Ya lo confirma el Capitán Salvador Barbosa de Aguilar “… y allo muchos de los dichos yndios con sus mugeres e hijos en las dichas reduziones como si estuviesen fundadas de mas tiempo”, documento de 27 de agosto de 1625.
El 20 de setiembre de 1628 Francisco de Céspedes informa a S.M.: “… de la otra banda del Rio hacia el norte tierra de los charrueas en la de Sant francisco de eluiares esta gaspar de Godoy y en la de Sant Juan de céspedes Juan perez estas reduciones ultimas e fundado en tiempo de mi gobierno estan a cargo de las Religiosos de San francisco…”.
Documento de 1635: “… de la segunda Pregunta dijo q.lo que sabe es q. governando estas Provincias Don Francisco de Zespedes con zelo de servir a dios nuestro Sr. Y a Su Magestad trató de rreduzir a los yndios chanaes y Carhuaz que avitavan de la otra Vanda deste rrio grande desta ciudad hacia el norte y Por medio deste testigo se rredujeron al gremio de la iglesia y los poblo adonde desemboca el rrio Uruguay y Tape en este rrio grande y fue corregidor de los dichos yndios y llevo desta ciudad al padre fray Juan de Vergara de la horden de San Francisco y teniendolos este testigo ynstruidos y catetquizados en las cossas de nuestra Santa Fé Católica los bautizó el dicho Padre y los estubo administrando a los yndios este testigo como administrador dellos Por título del Dicho governador que fueron los años mill y seiscientos y veinte y quatro y seis cientos veynte y cinco …”
Otros varios documentos certifican el acercamiento con los indios que poblaron el actual departamento de Soriano y los intentos de fundación de reducciones en esta zona del Uruguay, junto al río Negro.
Más documentos: 1 de abril de 1634 llegaron a Buenos Aires algunos indios de las provincias del Uruguay tape y viaza, su Gobernador Don Pedro Esteban Dávila hizo una averiguación legalizada para interrogarlos: qué indios son, quién los doctrina, de qué se sustentan, dónde viven, etc.
Se supo que Hernandarias, siendo gobernador, salió a la conquista de las provincias del Uruguay, el testigo Pedro de Paiva fue uno de ellosaproximadamente en 1617 y llegó hasta el Salto del Río Uruguay y se volvió al castigo de los indios chanáes que cautivan a los españoles de los navíos que se accidentan en el Río de la Plata.
Hernando de Sayas, después de haber jurado y siendo preguntado en el interrogatorio como testigo, responde una de las preguntas y expresa: “Don Francisco de Céspedes trató de reducir a los charrúas y chanaes que habitaban en la otra banda al norte de este río, y por medio de este testigofué corregidor de estos indios y administrador por título del dicho gobernador que fueron los años mil seiscientos veinte y cuatro y seiscientos veinte y cinco, porque estaba enterado dicho gobernador de la entrada que hizo Hernandarias en tierras sin conquistar.
Para trabajos de fortificación por temor a los holandeses que se habían apoderado de la bahía y pensaban invadir el Río de la Plata, el gobernador Céspedes se valió de indios que están en reducciones, lo mismo que con los dichos charrúas.
Después de darles muchos regalos los indios dijeron que se reducirían en una isla que está en la boca del rio Negro y resolvió enviar con ellos aGonzalo de Acosta que sabía su lengua y con quien tienen amistad para que reconociese el sitio y levantase cruz como consta en los autos.
Se les puso corregidor español y fray Pedro Gutiérrez para doctrinarlos, se nombró esta misión San Francisco de Olmariz. (Olivares)
Vinieron de Montevideo más de 500 almas de indios guerreros con sus hijos y mujeres a verse con Gonzalo de Acosta y dijeron que querían reducirse en la misma forma que los charrúas que vivían 50 leguas y más de ellos querían acercarse donde señalasen los caciques, como consta en los autos.
Esta nación chaná que habían cometido delitos los envía llamar el governador concediéndoles perdón general en nombre de S.Magd.
Vinieron a la ovediencia y se redujeron 10 leguas de los charrúas y como más aventajados que los charrúas hizieron casas, sementeras y chacras y la redución se nombra San Francisco de Céspedes, hay en la reducción más de 200 indios, buena gente. Llegado a juntarse con los charrúas que por orden del Sr. Gobernador vigilaban la costa para dar aviso si veían algún navío.
30 leguas y mas de dicha ciudad los charruas cimarrones y los chanaes junto a su cacique Maldonado y con el envío del capitán Salvador Barboza de Aguilar con el cacique Francisco de Céspedes estando una carabela 20 varas fuera del agua a fuerza de brazos de los indios y sus mujeres lo sacaron y pusieron en el agua con gran admiración de los vecinos de Buenos Aires en 1635 el gobernador Don Pedro Estevan Dávila informa a Su Majestad:
“en la otra banda del río a la tierra que llaman de los charruas, a la parte del norte ai siete leguas de travecía caminando rio arriba desta siudad hacia el norte veinte leguas de ella está la boca del rio Uruguay que entra en este rio grande, y desde la boca deste rio a la primera población del Uruguay ay cuarenta leguas y hasta alla se puede ir por tierra firme de los charruaz en carretas y caballos se pueden pasar con facilidad en balsas porque sinco leguas de la ciudad rio arriba se va estrechando, tiene un salto cargado de arrecifes”.
Observamos en este documento que desde Buenos Aires hay 20 leguas a la boca del Uruguay, y desde ella a la 1ra. Población hay 40 leguas.
Sesenta leguas que se repiten en un mismo recorrido 84 años después en 1718, cuando el Obispo Pedro de Fajardo visitaba Santo Domingo Soriano.
En dicho documento relata el Obispo: “… salio de esta ciudad (Buenos Aires) a 24 de abril de 1718, entró al pueblo de los indios chanás de Santo Domingo Soriano a 6 de Mayo (13 días) que visitó y de todo dió buena cuenta el Padre Juan de Cáceres, franciscano, confirmando en el 430 personas, dista sesenta leguas de Bs. As., y se logró en esta visita trasladar a tierra firme el pueblo de una isla”.
Vemos que una legua española antigua es de 5.560 mts., 5 leguas en un mapa actual de nuestro territorio equivalente entre la isla Vizcaíno y la 1ra. Isla del Río Uruguay frente a Fray Bentos.
En documento de 1755 se menciona a S.D.Soriano: “… desde sus antepasados en más tiempo de cien años en cuantas funciones de guerras se ofrecieron en este vanda en el servicio de Su Magestad…”
En otro documento de 1726 mencionan a la “antigua población de Soriano”. En 1707 carta dirigida al Gobernador: “Agustín Romero, natural del Pueblo y naturales de Santo Domingo Soriano, y Alcalde en ella, al presente pedimento… lo primero, que habiendo sido uso y costumbre desde nuestra fundación que pasan de sesenta años, el ir canoas al puerto…”
Santo Domingo Soriano tiene una historia documentada que marca su proceso fundacional a partir de 1624. Esta historia es patrimonio de sus pobladores, quienes poseen cual documento mayor la tradición oral de sus antepasados. Es la población más antigua del Uruguay. Fundada y siempre viviente en tierras del hoy departamento de Soriano y una razón más del “Aquí nació la patria”.
(Resumen interpretado del libro “Los Indios Mansos de la Banda Oriental, Santo Domingo Soriano –documentada” de Wilde Marotta Castro)