LA CANCIÓN DEL PARIA

"... y siempre voy vagando... y si algún día siente, mi espíritu, apagarse la fe que lo alumbró, sabré morir de angustia, más, sin doblar la frente, sabré matar mi alma... pero arrastrarla no" (O. Fernández Ríos)

viernes, 24 de noviembre de 2023

UNA ENTREVISTA DE ROBERTO SABAN

DE FOGÓN EN FOGÓN - ROBERTO SABAN 

Enlace a youtube de la entrevista que me realizara Roberto Saban - De fogón en fogón.

Video muy bien editado y que he disfrutado muchísimo.

Gracias a Roberto Saban por este nexo que realiza con los uruguayos en el exterior.

Pudimos hablar de la Asociación República Oriental del Uruguay en Mallorca, los colectivos uruguayos en la isla y los nexos entre Uruguay y Mallorca. 

martes, 11 de julio de 2023

ITALIANOS EN MERCEDES - LABELLA Y MARTEGANI - LA MIGRACIÓN

 



                        ITALIANOS EN MERCEDES

Hace cien años atrás se reanudaban los cursos de idioma italiano en Mercedes. Eran gratuitos y se anunciaban en prensa que eran para ambos sexos. Se iniciaron el 1 de abril “en la escuela anexa a esta institución” (Soc. Italiana).

En 1925 la fiesta campestre del 20 de setiembre “será en la Estancia Caviglia o “Santa Blanca”, lugar de reunión que era habitual. Se contrató un autobús como transporte. Se hicieron tres salvas de bombas, al alba, mediodía y puesta de sol. Ese año la Soc. Italiana Mercedes colabora con $4 (equivalente a 100 liras de la época), adquiriendo así un bono del Instituto Charitas de Turín, algo que también sería habitual.

DOCUMENTOS Y DATOS

He recibido correos preguntándome por datos de antecesores, las publicaciones en “Crónicas” son el motivo. Se busca la nacionalidad o en algunos casos saber cuándo vinieron, de dónde. Existen en la Soc. Italiana archivos y datos. Los que tengo están en internet publicados en la página villasoriano.com pinchando en el enlace “más de Federico Marotta”. Se accede allí a un trabajo basado en documentos de la Soc. Italiana, derechos reservados en el Registro de la Propiedad Intelectual..

Hay datos más detallados, como el de Pietro Labella y María Gerardi, con una copia del acta de matrimonio, un 11 de julio. La copia está fechada el 10 de octubre de 1900 en Avigliano, luego firmada en Potenza y sellada en el Ministero Grazia e Giustizie e dei Culti más sello del Ministerio de Relaciones Exteriores. Se guarda la copia de reserva del pasaje de Pietro a Buenos Aires en el Aquila, barco que tocará también Montevideo y partirá de Génova el 7 de setiembre de 1889 a nombre de Pietro Giuseppe Labella, de profesión sastre, en tercera clase. Copia del pasaporte de Pietro en nombre de Su Majestad Umberto I, solicitando dejarle pasar junto a su mujer María Gerardi.

Pero en los libros puede figurar el nombre y pocos datos más de otros socios. En algunos casos figura el lugar de origen, la profesión, estado civil, antigüedad como socio, aportes o que se trasladó a otra ciudad. Quien busque datos de antecesores tendrá en las partidas de nacimiento, casamiento o defunción el primer estudio del tema.

JUAN ÁNGEL MARTEGANI

Sin dudas que somos una sociedad migrante en altísimo porcentaje. Debemos mantener memoria para comprender esto, tolerancia para recibir más migración y comprensión para los hijos que se van de Soriano o del país pues deben enfrentar una situación nueva, difícil, costumbres y palabras nuevas, un trato diferente, una lucha de menos a más.

En aquellos años que estaba metido entre los archivos de la Sociedad el presidente Walter Toneguzzo me sugirió también visitar a Juan Ángel Martegani, más conocido como “Lito”, quien mantuvo a la Sociedad Italiana sobre todo en los momentos difíciles comenzados los años 80 pues la S.I. dejó de ser una sociedad mutualista firmando un convenio por veinte años con otra sociedad médica.

En aquel entonces “Lito” nos contó con legítimo orgullo la historia de los tres hermanos Martegani. Su abuelo Ángel había nacido en Trecate. Tres meses y medio de viaje pues estuvieron varados en el mar de los Sargazos. Llegan a Buenos Aires y había fiebre amarilla y no pudieron bajar, quedaron un mes más en el barco. De los tres Martegani “uno se fue a Paysandú, otro pasó hambre, pasó mal y se puso a recoger los muertos de la calle, de la fiebre amarilla y echaba los cadáveres arriba del carro, no se supo más de él”

Juan Ángel presidió la Sociedad hasta que ésta renace con mayor fuerza en 2001 y le respetaron como autoridad principal. Nos contó que su padre vino a Mercedes con 20 años a trabajar con Enrique Broggi y funda la Vidriería Martegani en 1923, cien años hace, el mismo año de nacimiento de “Lito”.

Historias como las de Juan Ángel, que nos contó muchas más cosas, están latentes en todos los apellidos migrantes de Soriano y del país. Sólo basta recordar que Uruguay consideraba migrante, por ley, a toda persona honesta y apta para el trabajo y que llegara al país con pasajes de segunda o tercera clase. Sí, la honestidad era un requerimiento.

MALLORCA

A diario siguen llegando uruguayos a esta isla mediterránea. Nosotros, que activamos en la Asociación Uruguay, recibimos en forma cotidiana preguntas, requerimientos. Es vital conocer los derechos de los migrantes, saber contestar a los pedidos de un funcionario. Hemos tenido que concurrir a las oficinas de la sanidad pública para reclamar el derecho a la tarjeta sanitaria pues a veces no se brinda la información correcta. El migrante se da media vuelta y se marcha, apesadumbrado. Uno de los casos más comunes es el de la asistencia gratuita en la sanidad pública. En Mallorca, como en todas las Islas Baleares, este es un derecho para todas las personas que simplemente estén empadronadas en su Municipio, así tengan o no residencia o permiso de trabajo. Este derecho fue conquistado hace pocos años, costó la vida de un joven senegalés, Alpha Pam. Ha habido cambios este año en el gobierno balear luego de las elecciones y las asociaciones migrantes sólo deseamos que se mantenga este derecho.

Así como en la historia de Juan Ángel figuraba un migrante del que no se supo más, en estos tiempos sigue habiendo las mismas situaciones. Embarcaciones naufragadas en el Mediterráneo de africanos que buscan una vida mejor y desaparición de cualquier noticia de la vida de un hijo, perdido en el fondo del mar. Las rutas de la emigración pueden cambiar y hay veces que el destino del migrante se convierte en una tragedia y decenas de años después no hemos aprendido nada como humanidad. Se calcula que, a diario, mueren diez personas en el Mediterráneo, el más bello cementerio del planeta.

Comprensión, tolerancia. Todos seguimos expuestos a la emigración.


domingo, 9 de julio de 2023

VENECIA EN EL RÍO NEGRO - MIGUEL A. GRISI Y VENECIA



 

VENECIA EN EL RÍO NEGRO - MIGUEL A. GRISI Y VENECIA

Fiesta veneciana en el río Negro. En febrero 1921 se comentaba en Mercedes el “soberbio, tan lucido, tan fuera de lo vulgar que ni los más optimistas de los que pugnaron por su realización, creyeron jamás en un éxito de tal magnitud”. Se calculó en miles las personas que se acercaron a las orillas del Hum para ver el desfile de barcos. El embarque estuvo señalado para las 21 horas y Antonio Reffino manejó “hábilmente” un poderoso reflector eléctrico colocado en un extremo del muelle de los 33. Así las embarcaciones era iluminadas generando un relieve sobre el fondo del río “que producía un efecto hermosísimo”.
“Vapores, paylebots, lanchas, chalanas, botes”, todos adornados imitando góndolas de Venecia, otras embarcaciones como si fueran cisnes, otras iluminadas, algunas con farolillos. Sobre las 21.30 hs el “Inca”, “que estaba amarrado en el muelle, embarcó su pasaje (unas 350 personas) y se puso en marcha hacia el sitio determinado por la Comisión en la mitad del río, sonaron conjuntamente todas las bocinas y sirenas de las embarcaciones y el pirotécnico señor Caracciolo, desde el extremo de la isla, atronó el espacio con una formidable salva de bombas, produciéndose un raro y estrepitoso concierto. Cientos de surtidores luminosos y de luces de bengala encendidos de pronto, al iluminar vivamente las aguas producían un efecto fantástico, maravilloso, muy difícil de describir en estas líneas de crónicas a la ligera”.
Las crónicas de la época hablan que cuando el “Inca” llegó a su sitio comenzó el desfile de las embarcaciones con conjuntos corales, musicales, máscaras, bailes en cubierta. Se destacó el baile en el “Protegido”, donde iba la orquesta “Maestros Cantores”. En el “Inca” estaba la Banda Magliacca. Coros de comparsas, murgas y mucha alegría. Sobre las 22.30 fuegos artificiales, un gigantesco Pierrot de 8 metros de altura. Los capitanes del “Inca” y el “Protegido” ofrecieron helados, refrescos y cervezas a sus pasajeros. Al día siguiente, la Comisión de Fiestas ofreció un almuerzo criollo en la isla del Puerto a los capitanes y tripulaciones de las embarcaciones que tomaron parte del corso veneciano. Fuente: archivo de la Sociedad Italiana Mercedes.
VENECIA Y MIGUEL ÁNGEL GRISI
Diez años atrás estaba metido yo en los archivos de la Sociedad Italiana gracias a la gentileza de Walter Toneguzzo y el presidente me sugirió visitar a Miguel Ángel que entonces era directivo y éste me recibió en su casa y me contó: “Fui a Italia en el año 92. Visité Roma, Florencia, Venecia, donde he estado dos veces porque me encantó, lo que más me gustó. Fui un sábado a la noche y otro año un domingo a la mañana. Sentarte en un café, escuchar música clásica o instrumental en la Plaza San Marcos fue divino, además de todo lo hermoso que es Venecia como sus góndolas, la fábrica de cristal. Volvería a Venecia. Roma también es precioso, pero Venecia tiene un encanto especial, ver esas antiguedades, un encanto fascinante, una ciudad romántica”.
“Coco” había nacido el 21 de setiembre de 1927 y aquella vez me siguió contando: “Trecchineses eran mis abuelos José Grisi Vitta y Teresa Caputto Grisi, que se despidieron de sus familiares y salieron rumbo a Brasil, a la ciudad El Dorado, cerca de San Pablo, recibidos por unos parientes que tenían grandes cafetales. Allí tuvieron dos hijos: Ángel, mi padre y Juana Grisi de Alambarri, mi tía. Luego en Mercedes cuatro hijos más. Su traslado posterior a Uruguay se debe a que su hijo Ángel quedó ciego, sin saber el porqué y un día recobró la vista. Por promesa ante la Virgen dejaron todas sus comodidades y vinieron a Uruguay con una mano atrás y otra adelante, fue el amor filial que se impuso al confort”. Trecchina en Potenza, la Basilicata, pueblo hoy de 2400 habitantes pero que aportó muchos emigrantes italianos a Mercedes, como en mi caso la bisabuela paterna.
La imagen pone una dirección, San José 709 entonces (después Roosevelt) y quien recuerda tendrá presente en su memoria los comercios de entonces y un apellido y una profesión puesta en esa hoja de asociado, “sarto”, sastre. Entre más cosas siguió diciéndome: “Estuvimos muy ligados a la abuela. Una imagen que no puedo olvidar es esa dulzura y humedad de sus ojos cuando mencionaba su querida tierra, porque el que migra lo hace pensando en volver algún día y cuando eso por distintos motivos no se concreta lo transportan a ese estado de frustración que llevan mientras vivan. No es fácil abandonar la patria. La abuela escribía constantemente a Italia y tengo algunas cartas de respuesta, eso hacía latir su corazón y era el nexo para alegrar sus penas. El silencio y su meditación luego de recibirlas era elocuente. De ahí nace mi amor por Italia”.

sábado, 8 de julio de 2023

LUIS TUYA - CONTINUAMOS CON LA BÚSQUEDA


LUIS TUYA (Publicado en Diario "Crónicas" de Soriano, Uruguay)

Para Sergio Cuenca el cuerpo de Luis debe estar en las cercanías donde cayó su avión Polikarpov I15, tal como nos ha dicho la mayoría de investigadores. Nos contactó hace algún tiempo interesado en el caso pues había leído publicaciones del hallazgo de restos del avión en el monte Santa Bárbara. Compartimos con él y nos aportó datos.

Sergio es un investigador de la Guerra Civil Española, valenciano, también conoce la zona cercana a Celadas (Aragón), primera línea de fuego en la contienda, donde cayó Luis.

Para él fue una sorpresa que aquel piloto “ruso” fuera finalmente uruguayo. Nos aclaró algo acerca de las declaraciones de Antonio Guillén Gómez “Rosino”, quien fuera testigo viviente de la caída de Luis. “Rosino” nos habló reiteradamente que cuando vio a Luis quemarse, boca arriba como mirando el cielo, veía caer “grasa” de su cuerpo. Para Sergi esta “grasa” era el paracaídas Irvin. Una hebilla encontrada, como un pasador, pertenecían al paracaídas. La seda, muy propensa al fuego, sería la “grasa” que “Rosino” veía caer.

Según la lectura de las piezas encontradas es difícil dictaminar qué pasó esa mañana. Lo que queda claro es que Luis no llegó a usar su paracaídas. Agrega Sergio que los trajes de vuelo eran bastante ignífugos pero a pesar de ello es probable que el cuerpo sufriera heridas de consideración.

Luis había respaldado esa mañana del 16 de abril de 1937 el avance de la infantería republicana sobre el monte Santa Bárbara, con éxito. Según Sergi, en la lectura de los restos encontrados, el avión llevaba bastante combustible, podemos pensar en un reabastecimiento. El duralumnio encontrado da esta señal. El golpe a tierra podría haber provocado una explosión, romper el tren de aterrizaje que no era retráctil y destruir la parte delantera. Sergi nos pasó el Manual de despiece del “Chato” (Polikarpov I15).

MALLORCA – EL GEO-RADAR

Fuimos a Sa Coma y Son Coletes, dos lugares en Mallorca que estaban siendo excavados buscando restos de represaliados en la Guerra Civil. Hablamos con Jordi, Laia, Nico, Almudena y Jaume, cinco arqueólogos integrantes de Aranzadi y Atics. Recibimos un baño de realidad (ya nos lo había comentado Gonzalo) para comprender lo difícil que resulta encontrar a Luis aunque admiraron que pudiésemos haber encontrado el sitio y restos del avión. Ellos realizan búsquedas con geo-radar y ni aún así hay seguridad. Justo en nuestra visita estaban excavando en un lugar donde el geo-radar dio señales pero no hubo resultados positivos. Fue una manera de comprender, allí mismo, lo que podría pasarnos en el monte Santa Bárbara. Mi decaído ánimo luego de hablar con los arqueólogos lo levantó el equipo “Luis Tuya” desde España y Uruguay mismo. La actitud de seguir investigando está con la suma de más personas en la búsqueda.

Queda esperar por la aparición de algún documento, queda esperar el avance tecnológico que pueda permitir rastrear bajo tierra o queda intentar, a cuestión de suerte, volver a excavar en el sitio de caída.

Tal vez el avance de la ciencia logre un rastreo con más probabilidades. Tal vez un futuro equipo lo logre. Mientras tanto, lo seguimos intentando. En estos tiempos hay muchos archivos que se van digitalizando.

Lo que es bueno destacar es el afecto a la búsqueda por parte del equipo y por parte de los vecinos de la provincia de Teruel que nos recibieron en forma magnífica y que siempre nos reiteran que están dispuestos nuevamente. Ese afecto tiene un motivo, una base: la nobleza de Luis.

LA VESTIMENTA DE LUIS Y SA COMA

La imagen es un modelo de un piloto de Polikarpov, extraído de “La Guerra Civil en Higueruelas” y Sa Coma, Mallorca, junto a la playa, en el momento de búsqueda de represaliados de la Guerra Civil. Este lugar fue protagonista en el “desembarco de Bayo”, cuando los republicanos intentaron recuperar Mallorca. El “geo-radar” dio señales pero la excavación no provocó resultados positivos, nos dijo Jordi Ramos y lo certificamos en presencia. Para dar testimonio que hoy en día es muy difícil dar con un cuerpo enterrado. Como dato, en el desembarco de Bayo participó el uruguayo Edison Fontaine Pereira, de 37 años, casado, de la CNT (datos proporcionados por Gonzalo Berger, quien es sabido también lidera las investigaciones y búsqueda de Luis).

Vuelvo a decir que lo que queda escrito es vital. Lo fue el libro de Pedro Troche “Alma de pájaro”, lo están siendo las publicaciones (como las de Crónicas) una vez fue encontrado el sitio de caída y lo será todo aporte hasta volver a encontrar otro hilo conductor de investigación. Si no encontramos a Luis quizás en el futuro otro equipo pueda hacerlo y cerrar la historia. Honor a Luis.

domingo, 4 de junio de 2023

EL HOGAR ESPAÑOL Y EL ATHLETIC CLUB


                      EL HOGAR ESPAÑOL Y EL ATHLETIC CLUB

Me acerco al fútbol de primera en Mallorca sólo cuando viene a jugar el Athletic Club de Bilbao en el estadio municipal de Son Moix, en Palma. Cuando voy lamento que el visitante tenga que cambiar su primera equipación, así no puedo verlo jugar con la rojiblanca a franjas verticales.

De niño iba al Hogar Español, a la vieja cantina ubicada sobre calle Haedo, digo 25. Veía jugar a mi padre al casín y anotaba en la pizarra, a veces me dedicaba a ver las fotos en cuadros, banderines que colgaban de las paredes al influjo de su cantinero. Así asocié nombres como Pichichi, Zarra, San Mamés y equipos enteros vestidos de rojo y blanco pero no representaban entonces mayor cosa para mí.

Son Moix es un precioso estadio al que últimamente le acercan las tribunas detrás de los arcos y entonces se ejerce mejor presión al visitante y más cercanía al espectador. No suele llenarse salvo en las visitas de Real Madrid o Barcelona. Mallorca se llamó originalmente Alfonso XIII, en honor al rey y su camiseta es roja.

Don Víctor, el que era presidente del Hogar, me contaba de una cicatriz en la pierna más no quería hablar de la guerra civil que padeció su pueblo. Me decía que nunca volvió a la tierra soñada pues a poco de emigrar había fallecido su madre y entonces un retorno no tendría sentido. En el Hogar, si agudizás el oído, se sigue escuchando Granada.

En mi primer retorno a Mercedes encontré a Don Víctor en la calle y al acercarme sus manos previo al abrazo me pregunto: ¿cómo te trataron?, después me dijo hola.

Mantengo una diferencia casi irreconciliable con el fútbol mercantilista de hoy, alejado de la realidad social de los pueblos. Ningún jugador o entrenador tiene la culpa de vivir en una realidad paralela. Es el laburante el que va a alentarlos al estadio.

Prefiero el fútbol de alambrado, el que juegan los amigos, los vecinos, el club que te formó, la camiseta que defendiste o que nunca te pudiste poner.

Víctor, el otro Víctor, el otro vasco, también rojiblanco, que protestaba si le decíamos gallego, era el guardián de aquellos cuadros, fotos, banderines y diarios que llegaban desde su lejana España. Me conocía de niño, claro. Un día dejaba su trabajo en la cantina del Hogar y había descolgado aquellos recuerdos de las paredes y justo yo pasaba por ahí, me llamó. Dejó en mis manos algunas de sus atesoradas imágenes. Sé que me transmitía algo pero debo confesar que no sentía mayor cosa.

El fútbol es un deporte hermoso, claro que veo partidos aunque piense que era mejor el romanticismo de años atrás donde Rasquetita renunciaba a un contrato con el Barcelona para vestirse de celeste en Amsterdam.

No discuto por el fútbol profesional pero simpatizo, claro. Y me pasa lo que a todos, terminás hinchando por el débil si mirás un partido. Y uno sabe que los equipos transmiten identidad, sentido de pertenencia y hasta mensajes sociales mientras los escépticos pregonan que es la distracción de los problemas reales.

El Athletic sigue jugando sólo con hombres y mujeres del País Vasco, de aquí o allende los Pirineos. Es su seña de identidad más clara y parece difícil que cambie, sobrevive aún después que se abrieran las posibilidades para los contratos múltiples a jugadores extranjeros en España y así entonces los clubes parecen selecciones mundiales y a veces entran a la cancha sin un jugador nativo.

Puede ser discutible la filosofía del Athletic Club. “Los vascos fueron emigrantes siempre, tienen que darle posibilidades a todos”, me decía mi buen amigo Pepe, de apellido vasco.

Hasta que apareció la televisión con su cruel mensaje del éxito el Athletic Club era lo más popular en Uruguay, como antaño cuando los pelotaris hasta que llegaron los barcos ingleses con sus escuadras, artilleros, arietes y su capitán.

Son Moix, a las siete en punto de la tarde juega el Athletic y en las paredes del Hogar los partidos son a las siempre en punto porque si agudizás la vista ves a Iribar que se la pasa a Piru Gaínza y desborda Txetxu Rojo, la gabarra espera en la ría y Moreno Aranzadi está perpetuo en la Catedral esperando las flores de los que vienen por primera vez.

En visión entrañable y dulce las paredes del Hogar están llenas de fútbol y de fotos que eran la puerta de los recuerdos, de una partida de mus, un viaje por mar en segunda o tercera clase, un padre jugando al casín, un adiós definitivo, aquellos diarios que traían las noticias, de cartas a mano en perfume de gotas desde una mirada perdida y que demoraban semanas, de cartas con noticias bonitas y tristes y mentiras piadosas, de esos abrazos y afectos necesarios que a tanta lejanía siguen dando los socorros mutuos.

No sé si voy al estadio a ver jugar al Athletic o si voy por reencontrarme con parte de mi historia.

Lo que sí sé es que en el momento uno no siente, no sabe lo que viene. Pero te esperan.

Cuidado con esas cosas que ahora no representan mayor cosa para ti, es sólo un principio, la semilla, una estrategia del futuro. Es la jugada maestra de lo que será tu pasado. La nostalgia es victoria.

Parecía que eran sólo cuadros o que era sólo un Hogar.


 

domingo, 28 de mayo de 2023

RAMÓN - DAMBORENEA GUTIÉRREZ "POCHILA"


 AGESOR - RAMÓN  - Publicado en AGESOR; el enlace te lleva a su web.


                                        RAMÓN

Apreciado Aldo:

En la feria de Bella Vista, en Santiago de Chile, caminábamos Ramón y yo y encontramos un artesano, un grabado con una poesía breve de Neftalí.

Si accedo a tu pedido estaré contrariando al maestro Quiroga en su línea 9 del decálogo. Pero aún así pienso que, desafiándolo, deberían pasar muchos días, quizás semanas y ni aún con el paso del tiempo lograríamos siquiera disimular en el recuerdo de Ramón esos consejos del perfecto cuentista. La emoción está.

No muere la poesía pero queda herida de sangre aunque ya hacía un tiempo que no se expresaba. La última vez que lo vi fue en su casa, hace año y medio atrás y comencé a decir “piden algunos que este asunto humano...” y él entonces siguió “de nombres, apellidos y lamentos” hasta concluir en ese pacto de amor con la hermosura, en ese pacto de sangre con su pueblo, mientras Néstor nos miraba, el mismo Néstor que lo cuidaba y lo hacía perfecta caricatura o dibujo desde sus manos. Ramón volvía a recitar, con pocas fuerzas, sin la voz potente y clara, sin ese dominio excepcional de la pausa.

Algunos dicen que estaba loco.

En noches de invierno Ramón se cocinaba unos guisos carreros en el sindicato papelero y si había algún muchacho humilde en la vuelta no se iría sin sentarse a la mesa. Como el afecto que le brindó a toda la gurisada que hacía deportes y a todo acto solidario al cual se le invitaba a recitar. Más de cuatrocientas poesías almacenadas en su memoria y muchos relatos o cuentos de eterna lectura. “Su majestad el hambre” del joven Herrerita, cuentos que lo hacían actuar.

Se nos fue un callejero, como dice Gustavo y se fue la poesía y el vozarrón en la calle, el humo del cigarro en su figura, el termo bajo el brazo, el mate y los infaltables apodos cariñosos, la visita inesperada. Hacía llorar de risa y de tristeza, así nomás en un minuto mandaba cambiar la risa grotesca por el lamento de un personaje de sus versos. A veces él se transformaba en un personaje de esos sus propios versos, por aquellos que se aprovechaban de su indefensión.

En la feria de Bella Vista estaba grabada aquella poesía que tenía en su principio la poderosa determinación de una persona expresada en ocho palabras y a partir de allí comenzó a recitarla. También lo vi caminar frente a la Casa de la Moneda y seguramente vagaba en el tiempo recordando el Manifiesto de Neftalí que sólo él hacía entrar con tanta fuerza en pensamiento, cuerpo y alma: “yo pertenezco a otra categoría y sólo un hombre soy de carne y hueso, por eso si apalean a mi hermano, con lo que tengo a mano lo defiendo...”

Hacía tiempo que La Loba III era historia y el río Negro también o el vozarrón inesperado en cualquier calle o a cualquier hora. Román, el buenazo de su hermano, se había ido y Ramón ya ni siquiera era Lazarillo.

Año tras año Ramón entraba en depresión. Desaparecía de sus lugares habituales y al visitarle no se recibía respuesta, ni un saludo, nada. Su mirada perdida sin importarle que alguien le hablara. Al tiempo volvía, sin preguntas. Ramón amaba la libertad porque estaba preso de un encierro de vida. ¡Que saben ellos!

La última vez que lo visité Jorge estaba por allí y le escribió con absoluta razón “con un estilo tan único de expresar, que hasta los silencios se hacían escuchar”... era ese dominio excepcional de la pausa y del momento que te hacía temblar por dentro y esperándolo. Entonces llamamos a Emilio en Santiago y Ramón recuperó luz en su mirada y conversó. Respondía con afecto, memoria y alma a quien siempre le dio respeto y valor y actuó con él.

Ramón también respetaba a su público, aparecía temprano, impecable de traje y corbata para llenar la noche de arte junto al Poeta loco, dijera Luis Ernesto. A veces se presentaba tal cual lo encontraba la ocasión pero otras desparramando amor.

Apreciado Aldo, me cautivé con Fernández Ríos y su poesía rebelde y sangrante por la memoria de Ramón, “...y siempre voy vagando. Y si algún día siente mi espíritu, apagarse la fe que lo alumbró, sabré morir de angustia, más sin doblar la frente, sabré matar mi alma, pero arrastrarla no...” y todos aplaudían a Ramón que cumplió en vida lo que recitó.

No recuerdo nada malo de Ramón. Si lo hubo que lo recuerden otros. Me quedo con su nobleza y solidaridad, hasta con su inocencia. Con su bohemia, bonhomía, el conocedor de los códigos no escritos de esa bohemia que era él. Como lo popular, como el sumergido o el infeliz. A todos los llevaba en verso porque los sentía.

En uno de esos períodos de depresión solitaria los trabajadores papeleros decidieron marchar a Montevideo reclamando justicia. El pueblo se revolucionó aquel día y hacía días que Ramón estaba en su introvertido mundo en máxima expresión en soledad sin salir de su casa. La columna obrera marchaba por la calle Lavalleja rumbo a la ruta. En eso pasa el ómnibus del sindicato cuya misión era llevar gente para acompañar la salida de la ciudad y en eso, que nunca se me olvidará, iba sentado junto a una ventana, mirando fijo adelante y a la nada, parecía que no existía más nada que él mismo, la película donde todo queda en silencio se me presentó ese momento, el humo alrededor y la conciencia nunca perdida. Era Ramón y algunos decían que estaba loco. ¡Que saben ellos!

A veces parecía un niño, ingenuo y bondadoso. Otras ese muchacho bandido que aprovechaba su condición y siempre el que llegaba a cualquier reunión para hacer llorar de risa a todo el mundo. Con su carisma, su dominio excepcional de la pausa. En un momento de auténticas risas colectivas tantos seguirán recordando a Ramón.

Muchos corren tras la bohemia buscando su magia pero él nunca necesitó hacerlo. La bohemia es él.

En la feria de Bella Vista compramos aquel grabado y lo trajimos a Mercedes y allí quedó colgado en la pared del sindicato esa poesía breve de un inicio de ocho palabras de fuego que Ramón comenzaba a recitar. Creo que hacía realidad sus versos.

Lo quiero recordar así, con la foto que te envío, apreciado Aldo. Unas fotos de un cartel que increíblemente guarda Rodrigo en Santiago. Un Ramón impecable, respetuoso de su público, con el poeta loco que siempre lo valoró y en una de esas noches inolvidables donde Ramón repartía afecto, sabiduría y comprensión. Noches que lograban que cada día lo quisiéramos más y en donde dejaba prendido en tu pensamiento el deseo de un mundo mejor.

Un abrazo a su familia, que lo cuidó.

Siempre volveremos a pasar por el corazón a Ramón. Es la huella de los hombres nobles.

La poesía seguirá viviendo pero ya nada será igual, está sangrando y por los ojos, nadie la recitará igual.

“Quiero estar en la muerte con los pobres...”