LA CANCIÓN DEL PARIA

"... y siempre voy vagando... y si algún día siente, mi espíritu, apagarse la fe que lo alumbró, sabré morir de angustia, más, sin doblar la frente, sabré matar mi alma... pero arrastrarla no" (O. Fernández Ríos)

martes, 10 de noviembre de 2009

Canción del Paria - de Ovidio Fernández Ríos

Yo soy un legionario de las turbas hambrientas
Yo voy vagando siempre, cansado y sin hogar;
Yo voy dejando trozos de mis carnes sangrientas
En las montañas, donde yo subo a blasfemar.

Yo soy un paria errante. En mi gran fiebre quiero
Buscar las libertades, soñando un Sinaí;
Más, tengo por guardia el Universo entero
Y el Universo es chico para guardarme a mí.

Yo quiero herir al monstruo del mundo con mi lanza;
¡Dejar hecho ruinas donde yo plante el pie!
Yo tengo mucha hambre de amor y de venganza,
Y sufro y me revuelco... ¡pero llorar no sé!

¡Yo sueño las derrotas de todas las edades;
Yo clamo por las almas vencidas y sin luz;
Y las miserias todas de las humanidades
Las llevo en mis espaldas como una inmensa cruz!

El látigo del déspota en su bárbaro anhelo,
Jamás hizo a mi rostro teñirse de arrebol;
¡Y yo no tengo frente para bajarla al suelo,
Porque mi frente se hizo para llegar al Sol!

Mi voz nadie la acalla. Mi voz en las cuchillas
Y en los llanos, tiene el eco de un lírico huracán,
Y el pan, yo no lo imploro hincando la rodilla,
Porque hombre soy, tan hombre, como el que tiene pan!

Desprecio las riquezas, las pompas, los laureles;
Es todo fango y sangre, orgullo y vanidad
De los cerebros muertos ¡yo quiero los corceles
Y la carroza roja, do va la libertad!

Y siempre voy vagando. Y si algún día siente
Mi espíritu, apagarse la fe que lo alumbró
¡Sabré morir de angustia, más sin doblar la frente!
¡Sabré matar mi alma, pero arrastrarla, no!

Ovidio Fernández Ríos fue un legislador colorado, vinculado al arte y su poesía representa de lo mejor de las letras uruguayas. Fue secretario de José Batlle y Ordóñez y creo yo que se necesitaría mejor conocimiento de su obra.

1 comentario:

  1. recuerdo cuando niño mi padre me enseño:
    Yo soy un legionario de las turbas hambrientas
    Yo voy vagando siempre, cansado y sin hogar;
    Yo voy dejando trozos de mis carnes sangrientas
    En las montañas, donde yo subo a blasfemar.
    Yo soy el miserable gusano de la tierra,
    que vive entre la sombra y muere en el error
    mi voz es humilde arroyo que murmura
    pereo es tambien torrete el que ruge aterrador.
    yo vivo en las ciudades en una bil ardidda,
    sin techo y sin abrigo, sin luz y sin calor,
    mi padre es el invierno, mi madre es la miseria,
    mi amigo es el trabajo, mi hermano es el dolor....... ( Bladimir biaci@hotmail.com)

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